Emilia (nicho 1501)

En una humilde tumba, el nicho 1501, yace la protagonista de una curiosa historia de amor. Sucedió a finales del siglo XIX. Vicente García Valero, actor y dramaturgo valenciano, perdió a su novia Emilia. A lo largo de toda su vida no dejó de enviarle flores en el día de Todos los Santos.

Formaban una pareja muy joven. Ella falleció cuando su novio se hallaba en Madrid. Vicente, con muchas dificultades administrativas, consiguió una exhumación de su amada (había sido enterrada en una fosa común) y compró el nicho a perpetuidad. Él fue actor y realizaba continuas giras. Cada 1 de noviembre enviaba dinero para que limpiaran la lápida y la adornaran con cuantas más flores posibles. Tuvo una vida de desgracias continuas. Se casó con una de las hermanas de Emilia y enviudó. Después se caso con otra de las hermanas. Tuvo una hija que murió a los cinco años.

Cuando ya era anciano, no disponía de medios económicos y un año muy a su pesar no pudo enviar dinero para que arreglasen el nicho de Emilia. Pero junto a su esposa pasó por una administración de lotería en Madrid y vio en el escaparate varios décimos del número 1501. Inmediatamente le hizo recordar el nicho de su verdadero amor y adquirió
uno de los décimos. Le tocó el premio gordo. Al final de esta historia contada por el propio Vicente en el libro de memorias Páginas del Pasado, él exclamó: “Tantos años enviando dinero a mi amada y ahora es ella la que me lo devuelve”.

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